miércoles, 9 de noviembre de 2016

PINTURA: La balsa de la medusa de Theodore Gericault


La balsa de la medusa, es la obra más importante de Theodore Gericault.

 Esta pintura es de formato grande (491cm x 716). En ella apararece la figura humana llenando casi por completo el espacio del cuadro. Aparece un conjunto de personas sobre una balsa que esta en pleno naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse, encallada frente a la costa de Mauritania el 2 de Julio de 1816. Actualmente se encuentra en el museo del Louvre, en París.

La técnica usada en esta obra de arte es de óleo sobre lienzo en grandes dimensiones, lo cual es típico en las obras de carácter histórico. Desaparece la línea para dar paso a la forma a través de las manchas de color, las cuales son vivas y sin limite definido. La pincelada que usa Gericault es suelta. Estamos hablando de un cuadro con una factura inacabada. El autor consigue crear volumen a partir de sombras que coloca adecuadamnete en cada elemento para conseguir el efecto deseado. La luz es natural, pero bien es cierto que en algunos detalles del cuadro diría que no lo és. Claramente en el fondo, aparece celaje en el cielo. Utiliza una gama de colores reducida, que va desde el beig al negro, pasando también por tonos claros. Consigue crear perspectiva a través de la colocación de los elementos, en cuanto al esquema lineal está compuesta por dos triángulos. Predominan las lineas rectas e inclinadas. La anatomía de los personajes es correcta y transmiten el dramatismo que su autor pretende hacernos sentir. En cuanto a aspectos técnicos, es naturalista.

Este cuadro presenta la pérdida de la fragata Medusa, enviada a Senegal por el gobierno Francés, bajo el control del Conde Chaumareix, un hombre que 25 años atrás había ejercido como oficial de la armada, al cual se le atribuye el desastre sucedido.

Al seleccionar esta tragedia como tema de su primer trabajo importante, Gericault, escogió un incidente muy conocido para generar un interés público y , al mismo tiempo, ayudarlo a impulsar su carrera. Al autor le fascinó el evento y antes de comenzar la obra realizó varios bocetos e incluso entrevistó a dos de los supervivientes y después de la preparación intensa que realizó comenzó a retratarlo, aprovechándolo para usarlo como cuadro-protesta, ya que tanto el autor como la sociedad de su época afirmaban que el naufragio se había producido por un conjunto de errores cometidos por las autoridades.


Con este cuadro, consigue llegar hasta su objetivo en su primera exhibición en el Salón de París (1819) , donde se ganó tanto los elogios apasionados como críticas negativas. Finalmente se convierte en el iniciador del Romanticismo a la vez que figura de éste.

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